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jueves, 6 de diciembre de 2007

Hazte un relato

En alguna cadena de televisión hay un programa que se llama "Hazte un Cine" (creo que va acerca de las películas de estreno, entrevistas a directores, etc., etc.). Esto me dio una idea sobre lo que podría ser algo muy divertido, podría empezar un relato, y que vosotros con vuestros comentarios lo continuarais, es decir, yo comenzaría el relato, el segundo seguiría por donde yo lo dejé, y el siguiente por donde lo dejó el anterior escritor. Es una buena idea de colaboración cibernética, que puede dar buenos resultados y divertidos. Solo debemos fijarnos un poco en el hilo argumental del que escribió antes que nosotros e intentar seguirlo evidentemente incluyendo nuestras propias variaciones en la historia. Yo mismo intervendré de vez en cuando para seguir escribiendo partes de la historia, cuando llevemos un relato consistente cerraré el mismo, y entre todos votaremos por un buen título a través de una encuesta que colgaré en la página principal del blog. Así que sin más dilación da comienzo....."Hazte un Relato":



Nadie esperaba que él llegara a algo en la vida, pero para sorpresa de todos había accedido a la universidad con las mejores notas de su promoción. Quería ser periodista como su abuelo, pero toda su familia quería que estudiara medicina como su afamado padre el Doctor Martín Ochoa. No tenía ninguna intención de hacer caso a aquellos familiares que le habían hecho pasar una vida tan miserable. David era un lobo solitario, un chico demasiado sensible para unos padres solo interesados en el dinero, la fama, y qué sofá iría mejor con aquellas cortinas súper ideales que habían comprado en la semana de la moda de París. Ya estaba harto de poner buena cara y asentir a los caprichosos deseos de sus caprichosos padres, era la hora de que David tomara sus propias decisiones y siguiera el camino para el que estaba destinado. El día en que debía echar la preinscripción, hizo creer a todo el mundo que no estaba muy seguro de cuál sería la carrera por la que se decantaría, aunque sus padres estaban totalmente seguros de que elegiría medicina, el legado familiar seguiría adelante. Sin embargo, David pensaba que había sido su padre el que había roto el legado familiar escogiendo medicina en lugar de periodismo siguiendo los pasos de su abuelo, el gran periodista de investigación Fermín Ochoa Pazos. Su abuelo había levantado muchas ampollas en la sociedad española de mediados de los 50, tanto así que tuvo que exiliarse a Francia por miedo a las represalias de los acólitos del caudillo. No obstante, desde su exilio siguió publicando en contra del régimen y consiguió un gran éxito y cariño por parte de los revolucionarios que habían salido de España escapando del yugo del dictador. Fermín Ochoa era un símbolo de lucha contra la represión, un símbolo de la libertad, de la justicia, y David no veía forma mejor de honrar la memoria de su abuelo que siguiendo los pasos que éste le había marcado desde tan pequeño. Fueron muchas las historias que Fermín le había contado a su nieto acerca de la guerra y sus consecuencias en la sociedad de la época, muchas las historias acerca de bombardeos, masacres, violaciones de la libertad, vejaciones y mutilaciones de la dignidad humana. Aquellos relatos habían marcado a David y necesitaba hacerse cargo de la misión que un día le encomendó su abuelo mientras repasaban en el desván las fotos viejas de su época de periodista. Fermín Ochoa Pazos, a la edad de 87 años y presintiendo que su final andaba cerca, le hizo prometer a su nieto que no permitiría que su padre coartara jamás su libertad de elección, le dijo:
- Hijo, tienes madera de reportero, sabes más de la materia que cualquiera de los jóvenes que ya incluso han acabado la carrera, eres un gran escritor y, lo más importante, sabes cómo conmover el corazón de las personas. No puedes dejar que la fama de tu padre eclipse tu vocación, siempre debes separar familia de vida, tu vida, hijo mío, es lo más importante, tu felicidad, y hacer algo por lo que puedas estar orgulloso cuando tengas mi edad. Sé que elegirás con sabiduría, aunque yo ya no esté aquí para verlo, pero recuerda todo aquello que te enseñé, te será de gran ayuda no solo en tu trabajo, sino que también en tu día a día.
- Abuelo, no hables así. Me verás convertido en un gran periodista y estaremos ambos orgullosos de en que lo que me he convertido, un reflejo de la persona a la que más quiero en este mundo, tú.
Dos días después de aquello, su abuelo fallecía en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. En el momento de su muerte, sólo estaba junto a él su nieto David que no se había separado de él desde la noche en que ingresó dos días atrás. Fermín, poco antes de morir, se incorporó con las últimas fuerzas que le restaban y se acercó a su nieto. Entonces le susurró al oído:
- Busca a Sergi Rocafort Sagrelles en la Universidad de Salamanca, él te dirá todo lo que necesitas, tienes que acabar lo que yo una vez empecé, sé historia hijo mío, escribe la última página de la historia de la transición, tú puedes cambiar el curso de la historia, tú y solo tú tienes el poder de hacer que nada vuelva a ser igual.
Después de decir esto, su abuelo se recostaba en la cama de la habitación y expiraba su último aliento de vida. Su nieto que lo miraba conmocionado por las palabras que acaba de escuchar empezó a llorar amargamente sin apenas articular movimiento alguno. Lloró y lloró durante horas solo, sentado en una silla de aquella habitación, mirando una cama vacía, pensando en aquellas palabras ‹‹tú puedes cambiar el curso de la historia, tú y solo tú tienes el poder de hacer que nada vuelva a ser igual››. Acabó por llegar a la conclusión de que su abuelo en sus últimos momentos de vida había perdido la cabeza y había mezclado realidad con ilusión.
Aún así, ahora que se dirigía a sellar su destino, no podía dejar de pensar en aquellas palabras, en aquel nombre que creía haber olvidado "Sergi Rocafort Sagrelles", ¿quién sería?, ¿existiría de verdad aquel hombre?, ¿si así fuera seguiría vivo? No tenía nada claro, lo único que sabía es que iba a echar la preinscripción en periodismo y no en medicina, y lo que es más, iba a pedir plaza en la Universidad de Salamanca, una de las mejores universidades para hacer su carrera. Dejaría atrás Sevilla con pesar, pero dejaría atrás algo más importante, una vida de desdichas que había empezado a ahogarle. Ahora empezaba su verdadera historia.

[CONTINÚA LA HISTORIA DESDE AQUÍ]

4 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Tras la larga espera, la plaza le fue concedida en la Universidad de Salamanca, sus padres se sintieron ofendidos porque David no estudiaría medicina, además se enteraron de rebote, lo único que realmente les aliviaba era la idea de que su hijo por fin se iría de casa.
En realidad David no pintaba nada en aquel lugar, a el, le hacían felices las pequeñas cosas, dejaba de lado lo material y buscaba lo realmente humano y esa humanidad, no la había encontrado en el seno familiar.

Sin más dilación partió hacia Salamanca, con aquel nombre en la cabeza, realmente no sabía si existía, pero estaba claro que el iba a averiguarlo.

La primera vez que entró en la Universidad, quedó fascinado, realmente aquello era inmenso, y ese rumor, el sonido de los pasos en los distintos pasillos, ese era su nuevo mundo, el camino para llegar a un objetivo que no sabía muy bien enfocar, cambiar la historia.

Pregunto al conserje donde podría obetener información sobre profesores y este le pregunto, que que buscaba exactamente, a lo que David contesto:
- busco a Sergi Rocafort Sagrelles, el conserje sonrrio, -claro muchacho, el siempre esta en el sótano...
-¿En el sótano?
-Exacto, dijo el conserje, puedes llegar por aquellas escaleras...

David fue decidido tras agradecerle al conserje su indicación, bajó y empezó a andar por el pasillo del sótano, era un pasillo totalmente oscuro, con luces claras en el techo que se iluminaban y apagaban segun ibas avanzando, tras más de 5 minutos de caminata, llego a una sala totalmente iluminada, allí estaba lo que buscaba, concretamente al fondo, una tumba con una lápida en ella un emblema con una escuadra y un compas que rezaba:

Aquí yace Sergi Rocafort Sagrelles
1908-1940

David no lo tenía muy claro, acababa de encontrar a la persona que su abuelo le había dicho, el problema era que estaba muerto, así que hizo una foto con su movil y salió de allí decidido a encontrar el significado de las palabras de su abuelo, y para ello nada mejor que empezar por sacarle información al conserje...

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Caminante Nocturno dijo...

Pensativo, subió las escaleras que llevaban a la planta superior y buscó al conserje en su receptáculo en conserjería, pero estaba desierto. Esperó durante veinte minutos y viendo que no aparecía decidió instalarse e investigar más adelante. ‹‹La historia podrá esperar hasta que coloques mis calcetines››, banalizó.
El campus era enorme, más de lo que se había imaginado y los corredores eran largos pasillos que se extendían hasta donde se perdía la vista. Estaba contento, había escapado de su prisión familiar y un nuevo abanico de posibilidades y nuevas experiencias se abría ante él. Se dirigió con paso firme hacia su residencia, la cual se encontraba en un de los flancos de la universidad. Para ello tenía que recorrer de cabo a roba todas las instalaciones, algo que no le vendría nada mal para familiarizarse con el terreno y ubicar sus aulas. De pronto llegó a una especie de gran “hall” del que partían varias escaleras hacia dependencias superiores. En el centro, bajo una gran lámpara de araña, se encontraba la tuna cantando. Vestidos de negro con sus lazos de colores característicos y sus bandurrias repartían folletos mientras cantaban y brincaban blandiendo al aire panderetas, laúdes y mandolinas. “APÚNTATE A LA TUNA. ENTRA A FORMAR PARTE DEL CLUB MÁS SELECTO DE LA UNIVERSIDAD. CANCIONES, MÚSICA, DIVERSIÓN, Y LO MÁS IMPORTANTE: CHICAS Y CERVEZAS", era el reclamo de aquellos personajes dicharacheros y desvergonzados, un escándalo sonoro que sin embargo era música celestial para David; estaba oficialmente en la Universidad de Salamanca.
Llegó a su habitación una hora después canturreando el “Clavelito” que se le había pegado después de aquel variopinto encuentro con la tuna. Abrió la puerta con su tarjeta magnética. Su compañero de habitación, un tal Gonzalo Álvarez Garrido, no estaba dentro. Según la información que le había facilitado el responsable de Acomodación, Gonzalo era estudiante de segundo de la Licenciatura de Derecho aunque tenía 21 años. ‹‹Se lo toma con calma››, fueron las palabras del encargado de la residencia.
Por lo visto o Gonzalo no sabía que alguien venía a quedarse o no le importaba demasiado, pues su ropa estaba esparcida por la que se suponía sería la CAAM de David y los armarios estaban totalmente colapsados. Decidió esperar antes de tocar nada, así que se puso a mirar los pósteres que empapelaban las paredes de la habitación. Korn, Manowar, Mägo de Oz, Saratoga, Dream Theater, todos grupos de Heavy Metal o Progresivo. David adoraba la música y aunque no era s estilo favorito, también escuchaba heavy. Tan ensimismado estaba mirando los pósteres que no se percató de alguien había entrado en la habitación.

-¿Se puede saber quién eres?

David se giró sobresaltado y miró de arriba a abajo al nuevo visitante. Era un chico alto, atlético, con el pelo castaño, pero lo más característico es que iba vestido de tuno.

-Perdón, soy el nuevo compañero de habitación de Gonzalo, él no está ahora mismo si quieres le puedo decir que te has pasado, ¿cómo te llamas?
-Gonzalo
-¿También te llamas Gonzalo?
-No idiota, soy el Gonzalo al que tienes que avisar de que he pasado a verle- sonrió el tuno.
-Per…perdona es que…es que supuse que por los pósteres…
-Iría vestido de negro, con clavos en las muñecas, un pentáculo invertido colgado del cuello y el pelo por la espalda. Clichés, todo el mundo con los putos clichés.
-Lo siento, he empezado con mal pie. Soy David Ochoa de Sevilla, empiezo periodismo este año.
-Hola, yo soy Gonzalo, como ya sabes, soy de Burgos y soy tuno- volvió a sonreír.
-Los siento de nuevo, pero me extrañó, en realidad me esperaba a alguien vestido de negro justo como la imagen que describiste antes.
-No te preocupes me ocurre muy a menudo. Es decir en la misma frase “me gusta Marylin Manson y soy tuno” y la gente te mira con muy mala cara. A veces me pregunto si lo que les hace poner esa cara es que sea tuno o que me guste Marylin Manson jejeje.
-También me gusta el heavy, bueno no soy muy ducho en el tema pero me gustan grupos nacionales como Avalanch o internacionales como Sonata Arctica.
-Buenos grupos sí señor, el segundo no se puede catalogar como heavy pero es muy bueno. De todas formas creo que cuando salgas de aquí acabarás escuchando más heavy que yo mismo.
-Seguramente.
-Bueno David encantado, ahora tengo que irme a una fiestecita, la cerveza y las chicas me esperan. Ah por cierto, perdona por el desastre no te esperaba hasta la semana que viene. Quita la ropa de tu cama y échala en la mía, hazte también un hueco en el armario, sin problemas, pensaba hacerlo yo mismo pero tengo que irme ya, siento no poderme quedar a ayudarte, mañana nos vemos y te enseño el campus, ¡qué pases buena noche! ¡Ciao!
-Hasta luego.

Un chico peculiar pensó, pero le había dado muy buenas vibraciones, se llevarían bien. El resto del día se lo pasó ordenando sus cosas y haciendo hueco, no quiso tocar mucho la ropa de Gonzalo, prefería esperar a que él estuviera así que no terminó de desempacar la maleta. Cuando dieron las nueve de la noche decidió bajar a buscar algo de comer al comedor, pero acabó perdiéndose por el laberinto de corredores. Tras un rato buscando no le quedó más remedio que llamar a una de las habitaciones.

-Un momento- se oyó decir a una voz femenina al otro lado de la puerta- estoy en la ducha, ahora te abro Judith.

No podía ser, una chica iba a abrirle la puerta recién salida de la ducha creyendo que era otra persona, ¿y si salía reliada tan solo en una toalla?, o peor aún ¿y si abría desnuda? Pero tampoco podía salir corriendo, estaba en medio del pasillo, lo vería correr como a un idiota. Es estos pensamientos estaba cuando alguien abrió la puerta. Dio en el clavo, aquella chica abrió la puerta de par en par solo recubierta por una minúscula toalla.

-Tú no eres Judith, ¿quién eres?
-Lo...lo…lo siento. Es que…es que me he perdido buscando el comedor, acabo de llegar hoy.

David estaba completamente ruborizado. Era una chic alta, morena, con unos ojos de un verde esmeralda muy penetrante, el cabello mojado le caía suavemente por los hombros y su piel aterciopelada todavía contenía pequeñas gotas de agua que resbalaban poco a poco por su figura.

-Pasa mucho, llaman a mi puerta personas perdidas una media de quince al día- bromeó.- No te preocupes, yo voy ahora mismo para allá, entra y ponte cómodo, en un segundo estoy lista.

David no se podía creer lo que acababa de escuchar. ¡Qué entrara! Pero si estaba medio desnuda, ¿cómo pretendía que entrara en el cuarto de una persona a la que acababa de conocer y además estaba de esa guisa? La chica adivinando sus pensamientos, le agarró de la mano y lo introdujo en su cuarto.

-¡Qué no como! Siéntate en la cama, me cambiaré en el BAÑO- dijo recalcando esta última palabra mientras sonreía- luego iremos a cenar. Por cierto soy Clara- dijo desde el baño.- Estudio segundo de periodismo, y tú ¿en qué entras?

A David le cambió la cara cuando escuchó que estudiaba periodismo, se había quedado petrificado. Había llegado a una ciudad extraña, con una universidad extraña, con gente extraña y de golpe y porrazo había conocido a un compañero de habitación que parecía ser muy simpático y a una chica muy atractiva que además de ser muy agradable estudiaba su misma carrera. ‹‹Cosas del destino››, pensaba cuando se encontró con la cara de Clara justo frente a la suya.

-¿En qué piensas tiarrón? Te había hecho una pregunta.

¿Tiarrón? ¿Alguien le había llamado alguna vez semejante cosa? ¿Era algo bueno o malo? No podía pensar con claridad.

-Es…estudio periodismo también, quiero decir voy a estudiarlo.
-¡Qué casualidad! El destino te ha traído a mí…mmm…¿cuál era tu nombre?
-Soy David Ochoa.
-Pues encantada David, yo soy Clara Rocafort.
-¿Qué? ¿Rocafort? ¿Cómo el profesor Rocafort Sagrelles?
-El mismo que viste y calza, el honorable doctor Rocafort era mi abuelo.

David estaba aún más perplejo. Su abuelo le había mandado hasta un callejón sin salida mandándole a buscar a una persona muerta, pero por casualidades de la vida había dado a parar con su nieta en su misma residencia.

-Las casualidades se suceden, mi abuelo era íntimo amigo del tuyo. Murió ya hace varios años pero me…- David se mordió la lengua, arrepintiéndose de lo que estaba apunto de confesarle.
-Pero te…
-Nada, nada, me habló mucho de lo amigos que habían sido durante los años del exilio-dijo para salir al paso.
-¿Exilio? ¿Te refieres al exilio durante la época del Régimen?
-Sí, claro.
-Entonces debes estar confundido de persona. Mi abuelo era adepto al Régimen de Francisco Franco, un miembro en activo de la falange, es imposible que fuera amigo de lo que ellos llamaban un rojo.

Ahora sí que estaba confuso. ¿Por qué razón su abuelo lo habría mandado a buscar a un falangista, cuando estaba claro que Clara tenía razón y jamás podrían haber sido amigos? La trama se complicaba y estaba totalmente perdido.

[CONTINÚA LA HISTORIA DESDE AQUÍ]

Unknown dijo...

Entonces tu... dijo David duditativo, tu eres...
Clara lo veia venir, - no, no soy una fascista, no, no voy al valle de los caidos por mi cumpleaños a visitar la tumba del "generalisimo", es más me importa más bien poco el tema, ese hombre murio y punto...

-¿¿y punto?? dijo David sorprendido

Mira, tiarron, ahora lo unico que quiero es cenar, ¿vienes y hablamos o seguimos en los mundos de yupi?

Salieron a cenar, David cada vez se sentía mas relajado, aquella chica tan echada pa lante era como estar al borde de un precipicio con alguien detras apoyando las manos en tu espalda, pero que no llega a arrojarte al vacío aunque lo esperes en cualquier momento, lo veía venir, en algun momento saltaría, le dedicaría unas palabras duras y adios... pero no, paso así, hablaron de ambos, y en un momento de la noche en el que lo inevitable tenía que llegar, llegó.

Mira David - mi abuelo no fue ningun heroe pero aquí me tienes estudiando periodismo como el... y aun no se porque.

Sabes, es curioso replico David, mi abuelo me hablo del tuyo, lo hizo de tal forma que pense que aun estaba vivo...

Pues menos mal que no... dijo Clara, - ya te he dicho que mi abuelo no fue ningún heroe, te contare algo, en el sótano, está su tumba...

-lo se- dijo David, - de echo la he visto...

Vaya entonces te habras dado cuenta...- Dijo clara.

Si, esta muerto...

-Eso no tonto-, replicó en tono jocoso Clara, - me refiero a los símbolos que hay en su lápida, la escuadra y el compas.

-Vaya, si, es verdad, ¿también era arquitecto?...

-... ¿te estas quedando conmigo? -dijo Clara.-Mi abuelo, fue masón...

-Pero eso es imposible -dijo David
- si era afín a Franco, ¿¿¿como iba a ser masón???

Veras, cuando el régimen se instauro, los masones se dividieron en dos partes, dos facciones, los que seguían siendo fieles a la república, que tuvieron que exiliarse, y los que se doblegaron ante el caudillo, a los cuales se les concedio honores, por varios motivos, uno de ellos era dar la imagen ante la alta sociedad de que realmente los masones apoyaban el régimen, y dime David, ¿quién mejor para respaldarte, que un grupo perteneciente a la masoneria? si, esa que fundo a los mismisimos Estados Unidos, que apoyo a nuestra republica y que de repente cambio de bando haciendo ver que el cambio era necesario, que Franco nos llevaba hacía el desarrollo y el culmen cultural, ya sabes, ten cerca a tus amigos y más cerca aun a tus enemigos...

-Pero Franco siempre hablo mal de los masones publicamente... -replico David.

¿Y qué?, realmente ¿que importa lo que digas, mientras tengas el poder suficiente para ocultar la verdad?

¿la verdad?, pregunto David.

Si la verdad, siguio Clara, España a ojos de las altas esferas, no era una dictadura, era un proyecto militar, quiero decir, intentas curar la precariedad de la república y no importa lo que quiera el pueblo, porque no todo el pueblo sabe elegir, por ello a ojos de otros paises, sin ir más lejos EEUU, eramos un proyecto secreto, gobernado por la ultraderecha, la Iglesia Católica y la Masonería.

-Joder, me estas asustando, agregó David.

Ehhhh tranquilo chaval, Franco murió, se legalizó al partido comunista, y la masonería... nunca existió en la España Del régimen, oficialmente claro, fue erradicada...

Y ahora dime tiarrón, ¿por qué te estoy contando esto?

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